En 1974, cerca de 300 mujeres del sector de Lo Hermida en Peñalolén, comenzaron a trabajar bordando y cosiendo arpilleras como una vía para ganar algo de dinero en tiempos de represión política y depresión económica. Los trabajos fueron canalizados por la Vicaría de la Solidaridad para comercializarlos en el exterior. Estas arpilleras, de aspecto sencillo e inocente, hechas en base a retazos de telas reutilizadas, se transformaron en un medio de expresión y denuncia de una forma silenciosa, creativa, cargados de esperanza y alegres colores.
La trascendencia del trabajo de las Arpilleristas de Lo Hermida se ha mantenido en el tiempo, siendo reconocidas como Tesoro Humano Vivo por el Consejo de la Cultura y Las Artes en 2012.
Región: Región Metropolitana
Localidad: Lo Hermida
Técnica con que trabaja: Telas recicladas